Estilo Oriental
El estilo oriental es extraordinariamente diverso en formas, objetos, símbolos y colores, y bebe del minimalismo de Japón, la ascendencia de China, el misticismo de la India, el carisma de Egipto y la audacia de Tailandia e Indonesia. La decoración oriental busca un equilibrio perfecto entre modernidad y tradición, sobriedad y exuberancia. La armonización de las energías, a través del milenario arte del Feng Shui, es una de las características más importantes de la cultura oriental, por lo que toda la decoración oriental está cuidada y delicadamente pensada para proporcionar una atmósfera zen de paz y tranquilidad. Al igual que el yoga, la decoración oriental debe inspirar cosas buenas -calma, relajación, ligereza y valentía- y expulsar del hogar todas las energías cargadas y negativas. La decoración oriental favorece el bienestar y la espiritualidad, creando ambientes propicios para la meditación en una conexión pura entre mente, cuerpo y naturaleza.
Basada en una estética minimalista que mantiene sólo lo esencial, en líneas rectas y bien definidas, aprovechando al máximo la luz natural y el espacio, la decoración oriental absorbe y hace converger la belleza, la historia, la filosofía y la riqueza de las distintas culturas orientales, manteniendo siempre una armonía estructural e intemporal. La decoración oriental resalta los colores de la naturaleza, las texturas y las materias primas orgánicas como el bambú, la caña, el mimbre, la madera y el lino. Los objetos decorativos están llenos de flores, pájaros, caracteres chinos con mensajes de buena suerte y escenas de la vida cotidiana.
La decoración oriental de inspiración japonesa valora la sencillez de los colores neutros y suaves -beige, azul claro y gris- y destaca los motivos florales o elementos tradicionales como pájaros, abanicos y cerezos, que se trasladan a textiles, cuadros y papeles pintados.
Los muebles de la decoración japonesa son bajos y las camas, también conocidas como futones, consisten en un antiguo colchón de diferentes capas de algodón que se coloca sobre un tatami de madera (suelo tradicional japonés que invita a descalzarse). Múltiples cojines para sentarse en el suelo y los tradicionales biombos shoji completan el acogedor ambiente de la decoración japonesa. La inclusión de la naturaleza en el estilo japonés se hace con pequeñas cascadas y fuentes, piedras naturales y árboles bonsái. El agua es un elemento importante en la decoración japonesa, no sólo por su sonido terapéutico y relajante, sino también porque purifica el ambiente. En cuanto a la iluminación, la decoración japonesa se caracteriza por faroles o lámparas de luz difusa más íntimos, que suelen ser de papel de arroz y tener forma esférica.
En cambio, la decoración oriental de inspiración china, a diferencia de la japonesa, se caracteriza por una paleta de colores intensos y vibrantes -rojos, dorados y negros- que evocan riqueza, prosperidad y suerte. La decoración oriental china es extraordinariamente ornamentada, llena de intrincados detalles y motivos en los que aparecen pájaros, dragones de colores y guerreros. Los objetos decorativos están llenos de simbolismo, tradición y refinamiento, y suelen representar algún tipo de escena cotidiana o paisaje. La seda y el satén son muy apreciados en la decoración oriental china, que valora los materiales muy ligeros, coloridos y brillantes. Las texturas que embellecen los ambientes de inspiración china son el bambú, que se utiliza en alfombras, corti nas y biombos, la porcelana, la piedra, el jade y el marfil. En cuanto a la iluminación, destacan las lámparas chinas suspendidas y las arañas de cristal.
La decoración oriental de inspiración india es tan sensorial como mística y espiritual, por lo que el uso de diferentes varitas de incienso y velas decorativas y aromáticas colocadas en candelabros o flotando en recipientes de cristal es una de las características principales. La decoración india aporta colores fuertes como el rosa, el naranja, el rojo, el verde y el azul, pero también cálidos tonos terracota, que se mezclan con mantas, cojines y futones. En el estilo indio llama la atención la presencia de flores, preferentemente de loto, estatuas decorativas alusivas a Buda, Ganesha y Shiva, y elefantes, que simbolizan la sabiduría y la fuerza de la mente.
La decoración oriental de inspiración egipcia combina sencillez y sofisticación, predominando los colores tierra con toques de negro y dorado. Los tejidos fluidos y vaporosos -en forma de velos y cortinas- son una de las señas de identidad de este estilo de decoración oriental y se utilizan no sólo en las ventanas, sino también alrededor de las camas, las puertas y los balcones. Los egipcios pasan gran parte de su tiempo libre en el balcón, por lo que este espacio cobra protagonismo en la casa. Alfombras y cojines coloridos y acogedores, cuadros con papiros y jeroglíficos y espejos son los principales accesorios decorativos.
La decoración oriental de inspiración tailandesa e indonesia combina el misticismo con el estilo rústico, por lo que la estética de las habitaciones de la casa resalta los símbolos sagrados en forma de budas y elefantes, por un lado, y la naturalidad de los materiales de madera, bambú, paja y ratán, por otro. La decoración tailandesa e indonesia presenta una mezcla de colores alegres y una profusión de flores y farolillos de papel en forma de flor de loto.